Aquí unos consejos para preparar una mayonesa perfecta, y aportar sabor y textura a muchas de tus recetas. Siempre con AOVE Fontclara, claro.
Se ha escrito mucho sobre la mayonesa, una popular salsa que muchos se atreven a preparar en casa y que, incluso en las mejores familias, a veces resulta un desastre. Pero no hay que hacerse mala sangre y ponerse inmediatamente a preparar otra en el caso de que la salsa no emulsione bien.
Parece ser que el origen de esta salsa emulsionada fría realizada con huevo, aceite, limón y sal, se remonta a la Menorca del siglo XVIII, donde los primeros recetarios empiezan a referirse a ella como “el allioli bueno”. Pronto pasó a Francia y, en la actualidad, es muy popular en todo el mundo y aunque son muchos los que se animan a prepararla no todo el mundo la borda. Aquí algunos consejos para preparar una mayonesa perfecta.
Aceite de oliva virgen extra, por favor
El sabor del aceite de oliva virgen extra le da a la mayonesa un toque de distinción extraordinario. El problema es que muchas personas están acostumbradas al sabor de las mayonesas industriales, elaboradas con aceite de girasol, y en ocasiones les cuesta adaptarse al sabor más intenso, pero sin duda más interesante, del aceite de oliva virgen extra. Además, el aceite de oliva virgen extra, con sus matices florales y frutales, queda de maravilla si queremos hacer una mayonesa de hierbas, por ejemplo.
El huevo, a temperatura ambiente
Uno de los fallos que solemos cometer cuando preparamos mayonesa casera es que los huevos están demasiado fríos, de manera que al entrar en contacto con el aceite la salsa resultante no acaba de emulsionar. Para que la mayonesa quede perfecta, los huevos deben estar siempre a temperatura ambiente. Otra opción es enfriar el aceite (podemos meterlo unas horas en la nevera antes de hacer la mayonesa para que esté a la misma temperatura que el huevo).
La batidora, siempre en la base
Lo cierto es que preparar la mayonesa, en principio, no tiene secretos. Se trata de mantener la batidora en la base del bol, con un huevo dentro, e ir batiendo sin moverla, añadiendo aceite poco a poco e ir estirando a medida que vaya cuajando. Se recomienda añadir un toque de limón o vinagre. Es fundamental tener buenos utensilios de cocina, en este caso una batidora con varillas de acero inoxidable que permitan batir a velocidad baja.
¡Ya tendremos una mayonesa perfecta, sana y casera, para acompañar cualquier plato! Ahora solo queda disfrutarla y ser muy cuidadosos con su conservación, ya que el huevo crudo puede cotener salmonela. Por tanto, debemos consumirla siempre recién salida de la nevera y volver a refrigerarla inmediatamente si queremos conservarla. En ningún caso, debemos dejar el bote de mayonesa en la mesa para que los comensales se vayan sirviendo, y mucho menos cuando las temperaturas son altas, pues favorecen la proliferación de bacterias.