Que nadie se llame a engaño: freír con aceite de oliva virgen es siempre la mejor opción para obtener salud y sabor a partes iguales. No importa qué plato nos traigamos entre manos: ‘nuggets’, croquetas, buñuelos, patatas, pescado… “Es recomendable que el aceite de oliva que utilicemos sea siempre virgen extra, ya que es el de mayor calidad del mercado”, explica la chef Iolanda Bustos.
La chef explica que la cadena de polifenoles presentes en el aceite de oliva virgen extra hace que este no requiera de una temperatura tan alta como los aceites refinados. Estos últimos, asegura Yolanda Bustos, “necesitan más calor y, por tanto, se queman antes”, cosa que no interfiere únicamente en el sabor, sino que también provoca que se pierdan propiedades nutricionales. Esto se debe a que la cadena de polifenoles, antioxidantes fundamentales presentes en el aceite de oliva virgen extra, ejerce un efecto impermeabilizador sobre el alimento que estamos friendo, lo que ocasiona que el aceite no penetre tanto y, por tanto, el resultado sea también mejor desde un punto de vista organoléptico.
“Al romperse las cadenas de polifenoles, cosa que ocurre cuando freímos con aceites refinados, se desprende un ácido. Por ello, en muchas ocasiones, si las frituras no están bien hechas, muchas personas pueden tener acidez”, explica Bustos.
Estos son algunos consejos para freír con aceite de oliva virgen extra y conseguir unas frituras perfectas: